PRIMERA BODA EN EL BOSQUE DE PALACIO DEL NEGRALEJO TRAS ESTOS DUROS MESES
El pasado 27 de junio, vivimos un día mágico en el Palacio del Negralejo. Por fin, celebramos el primer “sí, quiero” tras 4 meses de parón por la por la situación provocada por el Covid-19.
Nuestros novios, Carlos y Miriam, contrajeron matrimonio en una ceremonia religiosa al atardecer en nuestro precioso bosque de Palacio del Nagralejo. Con la previsión de calor que había para ese día, pusimos unos abanicos para los invitados.
El sacerdote Don Ignacio, amigo de los novios, ofició una ceremonia muy emotiva junto al coro, entre el que se encontraba el hermano de la novia. Los novios estuvieron acompañados por todos sus amigos y familiares. A pesar de que no todos pudieron estar presentes hicimos porque lo estuvieran, retransmitiendo la ceremonia a través de un streaming organizado por K-Operativa para acercar a las personas que no pudieron asistir al enlace.
Tras la ceremonia, los novios estuvieron realizando la sesión de fotos en nuestros exteriores de Palacio del Negralejo, eligieron para retratar sus recuerdos a Fernando, de Rita The Singer, mientras, los invitados pudieron disfrutar de una refrescante copa de cava antes de sentarse para comenzar con un maravilloso cóctel.
En este caso el cóctel lo realizamos en las mesas dispuestas para la posterior cena, de esta forma pudimos mantener en todo momento las medidas de seguridad establecidas.
El cóctel celebrado en el Mirador de Palacio del Negralejo, constó de varios pases en los que los invitados pudieron disfrutar los aperitivos elegidos por los novios: brioche de roastbeef y cebolla caramelizada, pulpo con cremoso de patata y aceite de pimentón, brocheta de langostinos y romesco verde, saquitos de morcilla y compota de manzana… entre otras delicias, que sirvieron para abrir el apetito para un maravilloso menú, elegido por los novios y maridado con nuestros vinos.
A continuación, Carlos y Miriam, ya como marido y mujer, realizaron su primer baile de casados acompañados por las miradas de sus invitados. Después, empezó el servicio de copas, en este caso también servidas en las mesas.
En cuanto a la decoración, fue una boda sencilla y rústica, personalizada por los novios, que eligieron, asesorados por nuestros floristas La Flor del Almendro unos maravillosos centros para la ceremonia y los centros de las mesas. Además, se decoró el espacio de bienvenida con candelabros, velas, cestas para los cubretacones y un gran puesto de cava.
La empresa DOSAUNE fueron quienes pusieron el ritmo a esta boda con un hilo musical presente durante toda la celebración.
¡No podemos estar más contentos, con nuestra primera boda tras estos duros meses! ¡Estamos eufóricos por seguir celebrando!
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